La prosodia (compuesta por el acento, el tono y la duración de las producciones orales.) es un elemento importante en la comunicación humana. La manera en la que decimos las cosas, cambia el significado y la intención de los mensajes expresados. Es por esto que debe apreciarse desde una perspectiva más amplia y conocer detalles acerca de la misma para continuar en la profundización del análisis del lenguaje que es finalmente la menta final.
La prosodia es también considerada un proceso fonético - fonológico “suprasegmental”, por aquello de que a diferencia de los fonemas, éstos, no pueden segmentarse ya que trabajan en conjunto. Es así que podemos verla reflejada con claridad en los signos de puntuación que usamos al escribir. Si estos no son claros, el discurso carece de cadencia y puede incluso, enviar el mensaje equivocado. Las pausas, los acentos, y la entonación marcados por ejemplo por los signos de interrogación y exclamación, hacen que el mensaje sea más efectivo; y el conocer las reglas de acentuación de las palabras, permite mejorar la lectura y pronunciación de las mismas aun sin conocerlas previamente.
En la realización de los aspectos suprasegmentales intervienen indices acústicos y articulatorios que también están presentes en los fonemas (o segmentos): La vibración de las cuerdas vocales, la duración y el acento, marcado por la intensidad de las expresiones. Sin embargo, pese a tener semejanzas, también presentan diferencias. Existe una diferencia de grado. Los fonemas no son graduales, ellos “son” o “no son”, son sordos, o sonoros, labiales o dentales, etc. El acento por su parte es gradual, hay sonidos con “más” fuerza que otra. También existe una diferencia lingüística, mientras los fonemas son unidades distintivas (/‘pipa/, /p’epo/, etc.), los suprasegmentos, son contrastivos (/am’o/, /‘amo/, etc.).
El acento es un rasgo suprasegmental que recae en una sílaba y que realza dicha sílaba frente a otras no acentuadas. Este también tiene una base articulatoria en la que esta determinado por una fuerza espiratoria, una tensión de las cuerdas vocales, y una prolongación en la articulación de los sonidos. El acento además posee varias funciones en las distintas lenguas del mundo: contrastiva (distingue las sílabas tónicas de las átonas en el eje sintagmático.), distintiva (distingue las unidades en el eje paradigmático.), demarcativa (en algunas lenguas de acento fijo, señala los límites de las unidades de secuencia.) y culminativa. A través de ellas otorga cadencia y significancia al discurso, ya sea verbal o escrito. Estos aspectos suprasegmentales incluso pueden verse reflejados en la lengua manual, pero de otra manera en la que no se hada énfasis en esta ocasión.
La entonación, definida por Quilis como la función lingüísticamente significativa, socialmente representativa e individualmente expresiva de la frecuencia fundamental en el nivel de la oración, desde el punto de vista articulatorio, depende de las cuerdas vocales (longitud, grosor, nivel de tension, etc.), y a su vez tiene funciones dentro de la lengua. Por ejemplo existen lenguas tonales, como el tailandés, en la que los tonos se utilizan para distinguir significados.
Por ultimo la duración, como parte de los aspectos suprasegmentales otorga a la expresión también información significativa. Hay sonidos que por su naturaleza son más cortos o más largos, pero ya en el discurso, la prolongación de las palabras o sonidos proveen una información social cargada de significado dependiendo del contexto.
Es así que basado en lo anterior, los aspectos suprasegmentales son relevantes en el análisis comunicativo de cualquier individuo. Un mensaje sin prosodia, es un mensaje plano, carente de cadencia y vacío. Como profesionales de la comunicación es importante tener claros estos conceptos para practicarlos y ser buenos modelos, para llenarse de conocimientos que ayuden a interpretar, analizar y a crear herramientas que ayuden a los demás a mejorar su comunicación.
Lian Bruges.
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